lunes, junio 07, 2004

Agregado al Artefacto Uno

(Artefacto Uno/ El Informador)

Por si no me creían lo del periódico. En él se publican dislates como éste:

Las Montañas de los Himalayas.

El lunes pasado, al platicarles de "Un piano en la montaña"; claro, la imaginación voló a los Montes Himalayas; y dado que ha sido el tema que de las pláticas de los últimos tiempos, para pronto vino a la mente aquel hermoso Steinway con todo y su cola prieta, trepado en algún témpano de hielo, en algún glaciar del Monte Everest. No. Perdón, pero me aceleré de tal manera al ver al gradulón de Romayne Wheeler -que acababa de bajar de la sierra tarahumara- aporreando aquel vetusto piano de la casa de mis amigos, que cuando llegué a la mía, me senté a la "compu" y sin más ni más, mandé al periódico lo que había sentido en ese momento, sin acordarme de que mis relatos deberían tener una cierta secuencia de las experiencias de los himalayas, en lugar de la sierra de los rarámuri donde está el dichoso piano.
Ni modo. La palabra "debería", creo que debería estar entre las palabras "dudosas"; dudosas como las esquivas musas; esquivas por dudosas; dudosas por temperamentales, y temperamentales porque "deberían".
En fin. Punto y aparte, y les platico un poco de los Montes Himalayas que se empezaron a formar hace un montón de millones de años, cuando la placa de India, empezó a meterse debajo de la gran placa de Asia, que al mostrarse ésta sólida e inmóvil, se empezaron a hacer arrugas al principio, cerros más tarde, montañas luego, y enormes cumbres impresionantes que siguen creciendo aún al día de hoy, formando una enorme barrera horizontal (este-oeste) que separa a China y Tibet en el norte, de India y Nepal en el sur.


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Qué agregar a la auto-complacencia, irrespeto por el lector, y ni hablar del papel desperdiciado. Ya lo dijo Emilio Carballido: "Hay aquí en Guadalajara un periódico que debe cambiar o morir, ese el Informador".

1 comentario:

nacho dijo...

Bueno, esto de los Himalayas ya es un caos. Acà en Sonora existe una playa conocida como "El Himalaya", fué bautizada asì por un gringo scout hace varias décadas, nada tiene de montañoso, excepto algunos cerros que viven en comuniòn con las olas. La verdad es un lugar bellísimo y sumamente generoso para la pesca. Qué le vamos a hacer, así se llama.